viernes, 5 de diciembre de 2008

La muerte de un pájaro azul

A Hank, por todo...


Sobrevolando la ciudad,
un pájaro azul muere y cae sobre una vereda poco transitada.
Ella se acerca.
Lo toma con su mano, lo acerca a su boca y lo muerde.
Escupe con asco la cabecita muerta del hermoso pájaro y
sorbe la sangre todavía caliente del animal.
Despierta.
Abre los ojos.
Todo es verde.
Parpadea y,
mientras abre y cierra los ojos a gran velocidad,
el verde cambia paulatinamente a violeta.
Fucsia.
Azul.
Negro.
Despierta, ahora sí, sobresaltada y bañada en sudor.
Todo había sido un mal sueño.
Dentro de otro
mal sueño.


*****

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